Y por factores biológicos también llamados bióticos, como pueden ser la presencia de otras plantas, animales o microorganismos en su entorno que acaban interaccionando entre ellos y formando parte de la cadena trófica.
Cada planta, por ejemplo, tiene ciertas necesidades de hábitat con unas condiciones en las cuales esa planta prosperará, pero algunas plantas son tolerantes a amplias variaciones sobre las condiciones ideales, mientras otras son muy exigentes y específicas en sus requerimientos. Un hábitat no es necesariamente un área geográfica.
Y como hemos visto los cactus se desarrollan en muy distintos Biomas y también en muy distintos hábitats. Así que hablar de manera generalizada del “hábitat” de los cactus es algo poco preciso, pues cada género, e incluso a nivel de especie pueden encontrarse en una gran variabilidad de condiciones ambientales específicas.
EL RETO DE CULTIVAR COMO EN HABITAT
Así que cuando nos proponemos cultivar nuestro recién adoptado cactus como “si estuviera en su hábitat” tenemos que cargarnos de conocimientos precisos y de un gran despliegue de medios para recrear exactamente las mismas condiciones que tienen en los lugares donde habitan en la naturaleza.
Si cultivamos Copiapoas, ¿vamos todas las mañanas a vaporizar agua para imitar las nieblas matutinas en Atacama? Si vivimos en Almería y tenemos Escobarias, ¿les vamos a cubrir con nieve artificial en invierno para que se sientan como en casa?
Los fisiólogos vegetales que estudian las plantas y su relación con el medio ambiente usan fitotrones, donde son capaces de controlar un montón de variables ambientales para identificar las mejores condiciones de cultivo de ciertas plantas.
No basta solo con recrear un sustrato que creamos que es algo parecido al suelo de donde viven.
Tendríamos que tener un análisis edafológico y microbiológico de los lugares donde vegetan más plácidamente, saber exactamente cuanto agua reciben anualmente, permitirles tener las mismas oscilaciones de temperatura entre el día y la noche y cada día del año, deberíamos dejarles vegetar plácidamente en el suelo y no comprimidos en macetas, registrar las horas de luz al día que reciben durante los 365 días del año, ver si se apoyan para su crecimiento en plantas nodriza, ver si tienen estructuras micorrícicas en su rizosfera…
Mucho trabajo si no tenemos objetivos científicos en mente.
La mayoría de los aficionados al cultivo de cactus, buscan plantas sencillas y fáciles, que con una metodología de cultivo simple no les den muchos problemas.
¿CÓMO PREFIEREN VIVIR LOS CACTUS? UN POCO DE FITOECOLOGÍA
Si nos creemos que, porque los cactus habitan a veces terrenos inhóspitos y poco favorables para la vida vegetal, disfrutan realmente de esas condiciones, tenemos que repasar ligeramente algunos conceptos básicos de ecología vegetal.
Cuando hace 30 millones de años las temperaturas en gran parte del continente americano se elevaron notablemente y las precipitaciones descendieron, podíamos ver palmeras creciendo en Alaska. En ese periodo es cuando algunas familias de plantas empezaron a desarrollar ciertas adaptaciones para tolerar esas nuevas condiciones climatológicas.
Aparecieron las plantas suculentas con su metabolismo CAM y la familia de los cactus se acabó consolidando donde otras plantas perecían por falta de agua. Se convirtieron en las estrellas de las regiones áridas y semiáridas en el planeta. Los cactus en América y las otras suculentas diseminadas por casi todas las regiones del mundo donde existen condiciones de aridez. Este mecanismo de resistencia a la sequía de las plantas suculentas no es gratis. Es a costa de unas tasas de crecimiento y desarrollo más bajas que el resto de los vegetales que habitan en la Tierra.
Pero uno de los beneficios de vivir en una región árida es que los cactus no tienen competencia por la cantidad limitada de nutrientes en el suelo porque la mayoría de las otras plantas no pueden sobrevivir en ese duro ambiente donde habitan estas. Si el medio ambiente se vuelve demasiado hostil para los cactus por falta de lluvias en un determinado periodo, simplemente se quedan inactivos y crecen de nuevo cuando hay humedad en el suelo.
Los cactus son verdaderos supervivientes, llenos de adaptaciones evolutivas para soportar sus entornos ambientales. Son probablemente una de las plantas más afortunadas.
Parece que llevan en su genoma desde hace millones de años el tolerar y aguantar estoicamente. Asi sobreviven en condiciones de escasez hídrica y el agua, se convierte solo en un factor limitante para su crecimiento. Otras plantas con falta de agua no solo no crecerían, sino que morirían a los pocos días.
LEY de TOLERANCIA
La habilidad de un ser vivo de subsistir en un determinado ambiente depende de las condiciones dadas del sitio, así como de las características propias del organismo (genética, edad y condición del individuo).
Para un factor variable, los límites de tolerancia de una planta, por ejemplo, o en general de cualquier proceso biológico, corresponden a los valores o niveles mínimo y máximo de dicho factor, por debajo o por encima de los cuales la planta no sobrevive, o bien el factor ya no ejerce efecto sobre el proceso considerado. Entre estos límites (= rango de tolerancia) la respuesta no es uniforme. La curva de respuesta dentro del rango de tolerancia puede adoptar la forma de campana o parabólica con un máximo que corresponde al valor óptimo del factor de crecimiento que se estudie. El rango o intervalo de tolerancia de una especie viene marcado por un máximo y un mínimo y es a lo que se denomina “valencia ecológica”.
Podemos ver que los cactus en los lugares donde habitan se encuentran frecuentemente influenciados por valores de determinados factores de crecimiento que no están en su valor optimo. Así, a veces reciben más radiación fotosintéticamente activa del sol de la que pueden asimilar, o mucha menos agua en la que disolver los elementos minerales que necesitan para su nutrición y crecimiento. Cuando estos factores no son totalmente favorables, los cactus y otras plantas xerofíticas inhiben su crecimiento. Así encontramos muchas plantas en su hábitat que viven continuamente en lo que se llama la “zona de estrés” fisiológico, sobreviviendo a duras penas.
Todo factor: agua, luz, nutrientes, temperatura, etc. tiene su punto óptimo y si tus cactus consiguen disfrutar de ese punto justamente, se producirá el efecto WOW.
Tu cactus no sobrevivirá, ni se limitará a crecer, sino que de verdad mejorará en su aspecto y tasa de crecimiento, ya que estará medrando de veras.