El suelo natural donde habitan los cactus y otras suculentas es de lo más variado. Ya sabemos que
no “solo en desiertos vive un cactus”. Encontramos este tipo de plantas también en zonas semidesérticas de clima árido como son los chaparrales, las sabanas y los bosques de matorral xerofítico mediterráneos. Y precisamente España con la excepción de 13 de sus provincias de la Cornisa Cantábrica y Galicia disfruta de ese rango de climas desde subdesérticos, áridos y semiáridos. Y en contra de lo que se cree a nivel popular, los lugares donde vegetan los cactus tienen
más contenido en nutrientes y materia orgánica de los que nos quieren hacer creer algunas publicaciones de “expertos”.
Por lo tanto,
si cultivamos distintas especies de cactus en nuestros jardines al exterior según los requerimientos bioclimáticos de cada especie, intentaremos recrear un tipo de suelo semejante al que tienen en la naturaleza. Solo habrá que aportarle una “pizca” más de nutrientes y cuidados si queremos que medren de verdad. Porque la mayoría no nos conformamos con que solo sobrevivan…
Pero si los cultivamos en macetas, ese es otro cantar, porque tendremos que
“recrear un suelo artificial” en un contenedor de dimensiones reducidas donde TODO CAMBIA. De verdad. Y no sabes cuanto realmente.
Cuando cultivamos nuestras plantas en macetas es donde entra en juego el uso de los sustratos como medio de cultivo.
Se define como
substrato en horticultura un medio físico, natural o sintético, donde se desarrollan las raíces de las plantas que crecen en un recipiente, sea contenedor, saco, maceta, etc., que tiene un volumen limitado.
Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España (MAPA) la
función de los sustratos de cultivo es sustituir al suelo, permitiendo el anclaje y adecuado crecimiento del sistema radicular de la planta. El suelo, factor de producción esencial en la agricultura, actúa como soporte físico de los cultivos y les proporciona los nutrientes, el aire y el agua que precisan. De ello, se desprende la
importancia de definir las características físicas, químicas y biológicas de los sustratos de cultivo.La normativa actual sobre sustratos de cultivo está regulada por:
• Real Decreto 865/2010, de 2 de julio, sobre sustratos de cultivo.
• Real Decreto 1039/2012 de 6 de julio por el que se modifica el Real Decreto 865/2010 del 2 de julio sobre sustratos de cultivo
• Orden PRA/1943/2016 de 22 de diciembre, por la que se modifican los anexos I, II, IV y VI del Real Decreto 865/2010, de 2 de julio, sobre sustratos de cultivo
Podéis acceder a esta legislación en :
https://www.mapa.gob.es/es/agricultura/legislacion/sustratos.aspxToda esta normativa regula la producción y comercialización de estos medios de cultivo, de modo que se garantice que los productos que se ponen en el mercado sean agronómicamente eficaces y que eviten sus posibles efectos nocivos en el agua, el suelo, la flora, la fauna y el ser humano. Están amparados en Directivas de la Unión Europea.
FACTOR CLAVE en el SUSTRATO: ¿EL AGUA o EL AIRE?
Antes de entrar de lleno con los sustratos debemos pensar el porqué no es recomendable usar la misma tierra utilizada para las plantas que se cultivan directamente en el suelo. Seguro que te has dado cuenta de que la tierra que encuentras en el campo es mucho más pesada que la que encuentras en las macetas de planta ornamental. Bien, pues esa es la primera razón por la que los viveristas productores no usan directamente la tierra del campo. Más peso, significa peor manejo y complica la logística y el transporte. Pero otra razón muy importante es que la tierra no se comporta igual a “suelo abierto” que metida en un recipiente, aunque tenga grandes orificios de drenaje.