Si tu cactus tuviera asegurado de una manera constante la satisfacción de todas sus necesidades de agua, luz, temperatura y nutrientes estaría siempre en continuo crecimiento.
Eso es lo que les pasa a muchas plantas que viven en el Paraíso. ¿Y donde esta el Paraíso? Pues, por ejemplo, en lugares como la Selva de la Amazonia. ¿Te imaginas? Lluvias abundantes todo el año, luz constante a piñón fijo de 12 horas cada día del año, temperatura cálida constante. Las plantas perennes allí no paran de crecer.
Ahora, el desierto ya es otro cantar. Las líneas del Trópico de Cáncer (30º N) en el hemisferio norte y la del Trópico de Capricornio (30º Sur) en el hemisferio sur son precisamente las áreas del planeta donde se extienden los desiertos cálidos. Y aquí es donde viven normalmente los cactus y suculentas. Las temperaturas no son constantes y las horas de luz diarias fluctúan con el cambio de estaciones. Y lo que es más importante: el agua es un bien escaso. Viene con la estación de lluvias y desaparece bajo las altas temperaturas provocadas por la intensa radiación solar.
En estas condiciones descritas el crecimiento de las plantas va a trompicones. Los cactus y suculentas que habitan en estas zonas áridas y semiáridas no les queda más remedio que ponerse a descansar entre aguacero y aguacero. Es decir, los cactus en los desiertos duermen porque tienen SED.
Estos descansos es lo que se denomina ‘dormición’ o ‘latencia’. Que no es otra cosa que un periodo de tiempo donde toda la actividad metabólica de la planta disminuye al mínimo. Es la única manera de adaptarse a las condiciones ambientales desfavorables. Por eso se llama ECODORMICIÓN.
1. Disminuye o aumenta mucho la iluminación y la intensidad luminosa. Esto es muy patente cuando empiezan a acortarse los días con la llegada del equinoccio de otoño, o a alargarse los días en el equinoccio de primavera. Donde tu cactus y suculentas lo detectaran por sus pigmentos conocidos como fitocromos y en función de sus fotoperiodos de crecimiento.
2. Descienden o se elevan notablemente las temperaturas. Temperaturas por encima de los 30 C de día y los 15 C de noche los cactus y suculentas ralentizan su crecimiento.
3. El agua escasea y no está disponible en el suelo para ser absorbido por las raíces.
La latencia que se produce en el periodo de reposo es simplemente una reacción a una combinación de los 3 factores primarios anteriores.1. Disminuyen los niveles del acido giberélico también conocido como la fitohormona giberelina. Este es el estimulante de hace crecer los tallos de los cactus entre areolas.
2. Disminuyen los niveles de citoquininas y de auxinas. Estas son las hormonas encargadas de la formación en el ápice de crecimiento de nuevas células y areolas.
3. Se elevan los niveles de otra hormona: el acido abscísico. Es el encargado de paralizar el crecimiento de las yemas y se ocupa de bloquear las otras dos hormonas anteriores haciendo caer sus concentraciones en picado.
1. Los dos riegos últimos de su temporada de crecimiento vegetativo (el que hagas sobre septiembre y el último de octubre), realízalos aportando una solución nutritiva de REPOSO. Ideal aquella que no tenga absolutamente nada de Nitrógeno y una alta concentración de Potasio. El tipo NPK 0:4:10 con un 3% de azufre y otro 3% de aminoácidos. Potasio, azufre y aminoácidos es un potente coctel para que tus cactus se defiendan del estrés que supone la bajada de temperaturas y el parón que le va a suponer también la falta de luz y agua. También en esas condiciones de mínima actividad metabólica, la planta se encontrará protegida frente a plagas y enfermedades y no le pillará con las defensas bajas. El azufre y algunos aminoácidos como la cisteína y la metionina, que también contienen azufre, les ayudan a las plantas a sintetizar unos compuestos de defensa como son las fitoalexinas.
2. Búscales a tus cactus una ubicación fresca e iluminada donde estén protegidos de las lluvias otoñales. Puede ser al exterior en un balcón, terraza o porche. O si es dentro de tu casa, busca la habitación que este menos calefactada (entre los 8º-10º C).
3. Separa tu cactus y suculentas más frioleras. Y mantenlas dentro de casa si donde vives pueden registrarse heladas durante algunos días en invierno. Aquí tenemos algunos cactus caribeños, otros brasileños, algunos epifíticos y unas cuantas africanas como son algunos aloes, algunas euphorbias y kalanchoes. En esta tabla podrás ver algunas de las que yo considero frioleras con sus temperaturas mínimas permisibles:
1. OBSERVARLES. No es una tontería. Precisamente ahora que no demandan prácticamente cuidados, puedes aprovechar ese poco tiempo que les dedicabas, simplemente a mirarlos. De esta manera podrás detectar cualquier anomalía que pudiera producirse durante su descanso.
2. INDENTIFICARLES. Si no sabes ni como se llaman ni a que genero pertenecen, es el momento de ir uno a uno buscando bases de datos, fotos, libros, chats, etc. para ponerles nombre y apellidos. Te faltará quizá una de las mejores claves de identificación definitiva, que será su flor. Pero puedes llegar al menos a ubicarles en un genero determinado. No olvides ponerlos etiquetas identificativas a cada uno.
3. INVENTARIARLES. Yo empecé por un cuaderno, pero ahora con los ordenadores personales, podrás crear tablas en hojas de calculo o tu propia base de datos con toda la información que recuerdes de cada uno: fecha en la que lo compraste, color de flor, fecha del último cambio de maceta, etc. Imagínate lo útil que te resultará en un futuro, si tu afición siguiera creciendo.
4. LIMPIARLES Y ADECENTARLES. Eliminar restos de flores secas, frutos ya maduros, polvo en sus tallos u hojas, brotes secos, etc. Simples herramientas como son pinceles o brochas suaves y algunas pinzas y pequeñas tijeras de podar y dejaras a tus plantas limpias para que los restos orgánicos o de polvo no sean fuente de entrada de agentes patógenos. (Sobre todo los temidos hogos).
5. REPONERLES LA COBERTURA DE ÁRIDOS. Un acolchado superficial sobre el sustrato con áridos de grano grueso les garantizará un cuello aireado y seco durante su descanso. Ya sabes que es una manera inteligente de evitar la famosa ‘podredumbre del cuello’ que podría producirse en los meses invernales.
6. REENMACETARLES. SI, SI. NO ESTOY LOCA. Se que hay muchos grandes cultivadores que no recomiendan cambiarles la maceta cuando están en reposo. Que si vas a dañar las raíces, que si te van a entrar hongos, que no les vayas a despertar con el manoseo, que si es mejor cuando ya es primavera porque así ya han empezado a crecer, etc.
Cuando están en reposo profundo, es decir en pleno mes de enero, por ejemplo:* La parada vegetativa implica mínima actividad metabólica.
* Si has seguido la regla nº1 de NO REGAR NADA estarán realmente ‘anestesiados’.
* La fotosíntesis cesa y la respiración se inhibe. Los estomas permanecen cerrados.
* El sustrato estará totalmente seco.
* Pueden haberse desprendido de los pelos absorbentes de la zona de raíces al morir por la sequía artificial provocada.
* La savia elaborada fluye muy lentamente por el floema, y prácticamente ni llega a las raíces.
• ¿Ha crecido tanto que se le salen los pies por debajo? A veces durante la ultima etapa de crecimiento han pegado un estirón tan grande que se le ve asomar las raíces por los agujeros de drenaje.
• ¿Los acabas de comprar en un centro no especializado en cactus y suculentas? Es muy probable que hayan sido producido en los sustratos industriales que no te servirán para tu cultivo doméstico.
• ¿Lo has comprado por internet y te ha llegado con las raíces desnuditas desde cualquier parte del mundo? El pobre necesita tomar posesión de tierras propias de inmediato.
* Si los cactus no estaban previamente micorrizados puedes eliminar todo el sustrato antiguo adherido a las raíces, pero habrás de HACERLO EN SECO.
* Puedes aprovechar para hacerles ‘un corte de puntas’ a las raíces. Facilitarás la formación de nuevas con sus correspondientes pelos absorbentes que son las realmente funcionales.
* Deja 3-4 días que se sequen las raíces de tu planta dejándola en un lugar donde no se moje y este ventilado.
* La mezcla de sustrato que utilices debe de tener el punto justo de humedad, pero más bien tirando a seca.
* Aprovecha para incorporar micorrizas, hongos del tipo Trichoderma harzianum y bacterias beneficiosas en el sustrato para inocular las raíces de la planta trasplantada y darle “vidilla al suelo”. (Desert Bin® Micorrizas y Desert Bin® Activador de suelo).
* Escoge un tamaño de maceta ligeramente superior, pero sin pasarte. Comprueba que guarda proporción con el tamaño actual del cactus o suculenta.
* Coloca tu cactus con cuidado de no dañar las raíces la planta en la maceta y rellena con sustrato hasta que alcance el nivel del cuello de la planta. No la entierres demasiado ni la dejes con el cuello al aire.
* Recubre con al menos 1 cm de árido la superficie de plantación de la maceta.
* NO RIEGUES. NO RIEGUES. NO RIEGUES. Hasta que llegue el momento de despertar. Que será según marquen los termómetros cuando las temperaturas nocturnas no bajen de los 15º C.